Trabajando con los perros salimos de nuestra zona de confort y nuestra personalidad natural sale a la superficie.  Los perros no juzgan, no les importa cómo somos, sólo son nuestro espejo y estudiando sus comportamientos aprendemos mucho de nosotros.  Trabajando con ellos volvemos a lo principal, a lo simple, en este punto es donde tomamos conciencia de cómo estamos actuando con nuestros colaboradores, jefes, hijos etc.

Con este taller, el participante se prepara, a través del cambio de paradigmas, a explorar nuevas posibilidades.  Lo consideramos como una etapa imprescindible para adquirir nuevas competencias y nuevos hábitos.